"Me
impulsan a romper mi deliberado silencio en FB los comentarios
“pesimistas” que las señales que éste ha dejado en mi Muro, veo en el de
un amigo muy querido, y al que se suman otros muchos, quienes describen
certeramente las sensaciones de malestar o distorsión que muchos venimos experimentando en los últimos días, cada uno a nuestra manera.
Ante ellos no puedo dejar de compartiros raudamente algunas reflexiones,
que más que producto de mi mente racional, son inspiradas por quienes
Saben más que yo. Y escribo estas palabras desconectado de internet
–aunque luego me conecte para compartirlas en el Muro– porque sobre todo
la Red, aunque también la TV, siento que nos perturban, nos hipnotizan,
vampirizan y bajan aún más –si cabe- nuestro nivel vibratorio.
Al escribirlas he de dejar de lado, provisionalmente, la condición de estudioso objetivo de muchos temas y arriesgar el menor o mayor prestigio que tenía en algunos como tal. Así lo he venido haciendo desde el pasado noviembre,
y muchos creen que “se me ha ido la olla”. Sólo el tiempo y las
vivencias de cada uno podrán juzgarlo. Cualquiera que escuche aquellas
entrevistas y las posteriores Notas de este Muro, y repase lo que ha
sucedido desde entonces podrá comenzar a hacerlo.
Porque ¿de qué
valen 49 años de investigaciones y experiencias en campos muy diversos,
si no me atrevo a hablar con claridad de mis conclusiones subjetivas
pero claras, cuando creo que estamos atravesando el momento más crucial
de nuestra historia? Me siento obligado a luchar por mis
convicciones, como siempre he intentado hacerlo, y a compartirlas con
otros, a quienes creo pueden ayudar de forma decisiva.
Muchos
de quienes compartimos la experiencia de Chartres nos hemos sentido
luego perturbados, experimentado cambios que no acabamos de comprender,
incluso nos hemos sentido “abandonados” por los seres de luz que
suponíamos están aquí para ayudarnos y protegernos si así lo pedimos.
En nuestra forma de ver las cosas, esto podría deberse a varios motivos:
- Como
sostienen científicos rusos y ya he explicado otras veces, el Sistema
Solar estaría pasando por una zona de grandes perturbaciones, que nos obligaría a realizar cambios radicales si queremos adaptarnos a las nuevas condiciones y sobrevivir física y psíquicamente a este Proceso de Cambio total.
- Como parte de ese Proceso, en los últimos días nos hemos visto sometidos a una gran tormenta electromagnética,
cuyo correlato terrestre podemos ver en los trastornos climáticos y
sísmicos, y también lo hemos experimentado en nuestros propios cuerpos y
psiquismos.
- También sufrimos las consecuencias del
ajuste vibratorio entre la energía de la Tierra y las nuevas energías
cósmicas que están llegando. Esto, como lo anterior, tendrá sus
vaivenes, pero es algo que se irá incrementando progresivamente, al
igual que la sensación de aceleración creciente, en especial después del
28 de octubre, como saben quienes han estudiado a fondo el Calendario
Maya.
- Pero no es el objetivo de esta Nota hablaros de todo eso,
ni de los desconcertantes acontecimientos cósmicos y terrestres que nos
esperan. Porque mi propósito no es alimentar curiosidades, sino
despertar conciencias de guerreros dispuestos a luchar por ellos mismos y
por la Tierra.
- Yendo al grano: Este planeta habria estado dominado durante milenios por fuerzas oscuras, que se distribuyen en muchos niveles similares a los de una pirámide y se sustentarían con nuestra esclavitud, negatividad y sufrimiento.
- Habría
seres, de nivel vibratorio opuesto y luminoso, que estarían viniendo
aquí porque quieren rescatar y elevar la vibración de este planeta,
para que nosotros acabemos con nuestro malvivir en esta cárcel como
máquinas hipnotizadas y recuperemos nuestra condición original y
nuestras grandes potencialidades adormecidas. Por supuesto que no sería
sólo un acto altruista y algo que muchos de ellos “nos deben” por
habernos dejado tirados hace mucho. También interesaría que la Tierra
elevase su vibración, para que entrase en la misma frecuencia energética
que otros planetas y soles, porque eso sería necesario para el
equilibrio cósmico.
- Eso supondría el fin de este chiringuito,
tomado por un sinfín de vampiros, cucarachas y garrapatas que se
alimentan de la sangre, el terror, la tristeza y la negatividad. Pero, en definitiva, DEPENDE DE NOSOTROS que sea así o se quede en un intento fallido.
- Por
ello, se estaría librando una gran batalla, en otros niveles
dimensionales, y nosotros sentiríamos en el nuestro los efectos de la
misma.
- Como consecuencia de ese combate, se
estaría consiguiendo el objetivo de abrir una brecha en el muro de esta
prisión virtual, creando –por expresarlo de una manera inteligible– un
pequeño umbral o espacio, donde uno podría estar protegido si “se sitúa
dentro del mismo”.
- Imaginaros esta cárcel dimensional o
vibratoria como una circunferencia, que antes estaba completamente
“tomada”, y a la que se le han arrebatado 30º. Si uno
consiguiese entrar en ese pequeño arco, en ese umbral, y mantenerse ahí,
puede sentirse protegido y “acceder a nuevos paquetes de información”. Y, si todo saliese bien, ese arco de libertad podría ampliarse mucho más para el 28 de octubre.
- Pero de poco valdría que intententasen ayudarnos. Porque hay muchos seres petrificados que
no quieren abandonar su alimento barato, e incluso poner en riesgo su
existencia, al igual que sus subordinados que “se aprovechan de su
satatus quo”; por ello están luchando con todas sus fuerzas para
que no cambie este estado de cosas, para que el Sistema hipnótico en
que vivimos no llegue a su fin.
- Si esto fuese así, quienes intentamos luchar por una nueva conciencia y para que cambie este siniestro estado de cosas, lo normal es que estuviésemos siendo muy atacados. Por eso debemos intentar mantenernos impecablemente despiertos.
Sé que es algo muy difícil, no imposible. Una y otra vez caigo y me
pregunto si alguna vez podré conseguirlo. Pero al menos intento lanzar
el mensaje, seguro de que encontrará seres dispuestos a realizarlo: Basta que una pequeña masa crítica despierte y eleve su vibración para que todo empiece a cambiar. Si no estuviese convencido de ello, no dilapidaría ni mi tiempo ni mi imagen diciendo cosas tan aparentemente locas.
- Para acceder a dicho umbral, uno tiene –y sabemos por experiencia lo tremendamente difícil que resulta– que
abstenerse de cometer actos negativos contra otros, de tener
pensamientos negativos sobre uno mismo, de juzgar a los demás, de tener
falta de objetivos positivos y claros en la vida, de estar mucho tiempo
colgado de la TV y sobre todo de internet (ya imagino las
críticas que una afirmación tan impopular despertará entre quienes se
molesten en leer estas líneas, pero es mi obligación recordar que la Red
es una herramienta maravillosa, como un cuchillo o un bisturí, pero
usada en exceso y sin conciencia acaba cortándonos).
- Interpreto los cambios individuales,
especialmente experimentados por quienes estuvimos en Chartres ayudando
a conectar la Tierra con el Cielo para rebajar la tensión del Proceso, como
ajustes, que se están dando en nuestros cuerpos. Para asimilarlos o
asentarlos, lo recomendable sería: activarse, moverse, salir al campo,
abrazar árboles sintiendo cómo se conecta la raíz con la copa de los
mismos, intentando (con la INTENCIÓN de) sanar a las plantas y a la
Tierra, al tiempo que nos sanamos a nosotros mismos; y, aún mejor, hacer
ejercicios taoístas o de yoga, o formas de meditación en las que
mantengamos nuestra mentes centradas en frases e imágenes positivas y en
la Sonrisa Interior (en estos próximos meses, si las dejamos
en blanco corremos el riesgo de que se nos llenen de murciélagos y
cucarachas, traducidos en pensamientos negativos y de desánimo)…
Una imagen vale más que mil palabras. Pensad en los murciélagos, que pueden estar chupando la sangre a una vaca mientras ésta se mantiene adormecida.
¿Queremos
sentirnos como vacas lentamente desangradas, como borregos que
sobreviven en el redil, mientras les trasquilan y finalmente acaban en
el matadero? ¿Vamos a rendirnos sin luchar?
¿O vamos a tomar conciencia de que somos mucho más que eso y podemos manifestarlo?
Cada uno de nosotros debe responderse a sí mismo a estas preguntas, una y otra vez: ¿Queremos ser borregos o guerreros?
(Os ruego hacer vuestros comentarios dentro de esta nota, para que así se conserven. Críticos abstenerse, por favor. Ya sabemos que es más fácil criticar que dar frutos)
Un abrazo fraternal. Y no olvidéis nunca que nacimos del polvo de las estrellas y que ellas son nuestra meta.
¡Con la vista levantada al Cielo y con los pies en la Tierra!"