Carmen Andrade es una joven gaditana de El Puerto de Santa María. Licenciada en Psicología Clínica por la UNED, Carmen desarrolla su actividad pofesional en Jerez de la Frontera como Gerente de Evoluti-On Psicología & Coaching.
De su blog Evoluti-On Psicología & Coaching destacamos este post titulado "El miedo nuestro mayor enemigo".
"El que teme, es un esclavo", dijo Séneca. No podemos encontrar frase
alguna que pueda definir mejor el estado actual de nuestra sociedad.
Los miedos se han apoderado de la mayoría de los seres vivos de este planeta. Y aún se percibe más en las sociedades que denominan "primer mundistas". El miedo es el gran limitador y el gran obstáculo que tienen las personas para ser realmente quienes son en esencia.
La competitividad insana establecida socialmente, hace que las personas tengan miedo a no ser lo suficientemente buenas, afectando directamente a su autoestima. La comparación continua entre individuos provoca una eterna insatisfacción sobre el propio concepto de quienes somos y cómo debemos ser.
Todo ello tiene su base en el miedo, el miedo a no ser aceptados socialmente, a no estar en la "norma", a no ser merecedores de amor en definitiva, aunque se disfrace de respeto, gloria, poder o belleza.
El miedo esclaviza porque subyuga al ser humano a las normas que algunos
psicópatas establecen a través de diversos medios de manipulación como
lo realmente aceptado. Y los individuos luchamos en contra de nuestra
propia naturaleza para estar dentro de esa norma, el número de personas
que lo hacen es tan enorme, hablamos de la gran mayoría, que convierte
el hecho en sí en casi bizarro. Con ello conseguimos que afloren en
individuos completamente sanos emociones que lo enferman, el odio, la
ira, la envidia, la vergüenza, la culpa, la sensación de inferioridad,
la impotencia..., emociones todas ellas nacidas de la base del miedo del
que estamos hablando.
Es necesario despertar nuestro verdadero yo, conocer y aceptar nuestra verdadera identidad al completo, dejarlo hablar libre de prejuicios, aceptarnos como seres completos, perfectos y capaces, cuestionar todas y cada una de esas normas que se nos imponen a través del sistema de cómo debo ser, sentir y pensar. Porque cuando ahoguemos nuestro ego manipulado por estereotipos que sólo buscan el control social y económico a través de creencias erróneas que nos enferman, convirtiéndonos en seres vulnerables y esclavos en definitiva, sentiremos que estamos en verdadera conexión con nuestro auténtico yo, listos para emprender el viaje de la vida en plenitud. Y sólo entonces nuestros miedos se esfumarán con todos sus prejuicios, creencias y emociones que nos enfermaban, sanando no sólo nuestra mente, sino también nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
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