Nuestro querido amigo Julián nos aporta esta nueva entrada, que aborda el tema de las profecías auto-realizadas por el poder de las palabras. Se trata de un un texto de Gillian MacBeth-Louthan, publicado en el blog Grupo 11 Primer Contacto, que administra Daniel Miccael Sais .
Las
palabras, como las semillas, tienen un gran poder creativo. Cuando hablamos, le
estamos dando vida a lo que estamos diciendo, plantando una semilla. Vamos a
obtener exactamente lo que estamos diciendo. Somos quienes somos hoy gracias a
las palabras que hemos dicho en el pasado. Todas nuestras palabras se
convertirán en una profecía auto-realizada. Escuchen lo que dicen acerca de
ustedes mismos. Los pensamientos negativos no tienen que convertirse en
palabras negativas. En el instante en que dicen algo abiertamente, toma todo un
nuevo significado y toda una nueva energía. Si no les gusta lo que están
experimentando, empiecen por cambiar sus palabras.
Profetizamos
el futuro por las palabras que decimos en el ahora. Nuestras palabras son
siempre una profecía auto-realizada. No siembren semillas negativas, sólo
profeticen lo bueno y la intención del bien. Pueden cancelar los planes mejor
trazados del Universo con sus propias palabras y cavilaciones negativas. La
muerte y la vida están en el poder de sus palabras. Van a tener lo que dicen.
Sus palabras van a dar vida exactamente a lo que están diciendo.
Es
mejor no decir nada que decir algo negativo. Las palabras negativas cancelan el
plan de Dios; están maldiciendo su futuro, ustedes están maldiciendo su vida
con cada pensamiento y palabra. Pueden utilizar sus palabras para maldecir su
vida o pueden usar sus palabras para bendecir su vida. Expresen palabras de fe;
declaren el favor de Dios en su luz y en su corazón. Con sus palabras cambien
la atmósfera de todos los lugares a los que vayan, invoquen al bien, invoquen a
la luz, invoquen al amor e invoquen la ayuda divina.
No
hablen de los problemas, hablen de las soluciones. No somos los reporteros de
nuestra vida sino los pronosticadores de nuestra vida. Deberíamos llamar a lo
invisible como si ya fuera visible. Llamen lo que desean, llámenlo con palabras
llenas de fe, llámenlo con luz. Cambien el mundo cambiando sus palabras. La
muerte y la vida están en el poder de su lengua. ¿Están creando o están
destruyendo?
Las
circunstancias se alinean con cada palabra que dicen, sus palabras son una
profecía auto-realizada. Son los creadores de sus propias circunstancias. Lo
que han creado con sus palabras lo pueden cambiar. Cuando actuamos de forma
negativa ante los cambios repentinos y el caos en nuestra vida estamos
retrasando el propósito de su creación. Si aceptamos el caos como una
oportunidad para la elevación espiritual, entonces el dolor desaparecerá. Sólo
nosotros determinamos la velocidad con que pasa la turbulencia. Hay incontables
futuros que existen al mismo tiempo. Nuestro propio comportamiento determina en
qué universo entramos. Profecía es ver el futuro en nuestras acciones
presentes.
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